Ayer por la noche, aproximadamente sobre las 22:45, me sonó el teléfono. Era Alfredo, el amigo de Christian, que me decía que iban a ir al cine, que si quería ir con ellos estaba invitada.
Cabe decir que llevaba toda la tarde esperando esa "dichosa" llamada, así que como tenía muchas ganas de verlos, me vestí cuan rauda y veloz pude y me dirigí hacia donde habíamos quedado. Una vez en el punto de encuentro, fuimos hacia el cine y entre todos decidimos ver una película "banal" cuyo argumento no fuese ninguna desgracia o algo similar pues para eso ya está la vida.
Así pues, compramos las entradas para ver LAS VACACIONES DE MR. BEAN, nos acomodamos en nuestros respectivos asientos y empezamos a reirnos a carcajada limpia. Todos nosotros necesitábamos una sesión de "risa fácil" así que no desaprovechamos ni un solo segundo de aquella ridícula película.
Una vez acabada, Christian, Álex y Alfredo se fueron hacia el ciber así que yo me fui hacia casa. Quería pillar el bus pero hacía una noche tan espectacular que decidí ir andando hasta casa.